En primer lugar, me gustaría que descubrieras algo más acerca de mí. Si algo tengo claro es que amo el maquillaje desde que tengo uso de razón. Embellecer un rostro y sacarle el máximo partido produce en mí una satisfacción difícil de explicar.
Siempre fui muy creativa. De pequeña pasaba las horas muertas maquillando a mis muñecas o con los lápices de colores dibujando caras maquilladas. Y, si mi vena artística no quedaba satisfecha, pasaba al automaquillaje o a maquillar a mi hermana pequeña. Yo creo que en esa época le di más uso que mi propia madre a muchos de los productos de su neceser. . .
Siendo adolescente la cosa no fue a menos, así que empezaron a pasar por mis manos mis amigas, tías, primas, vecinas. . . ¡No creo que haya una mujer de mi entorno a quien no le haya puesto un pincel encima! Enseguida sentí el poder del maquillaje y supe que me acompañaría siempre sin saber aún ni cómo ni de qué forma.
Cuando decidí profesionalizarme como maquilladora, ya me había desarrollado profesionalmente en diferentes ámbitos de la Industria de la Moda; así que, de una forma u otra y casi sin darme cuenta, toda mi carrera profesional ha girado en torno a inspiraciones, tendencias, desfiles, estilismos, outfits, paletas de color. . .Ambos mundos están estrechamente relacionados y, aunque tuve que trabajar muy duro consciente de que el maquillaje es mucho más que un hobby, enseguida sentí que estaba en mi sitio.
Me formé en las mejores escuelas a nivel nacional entre las que destacan MAKE UP CREATIVE, ALBERTO DUGARTE INSTITUTE o la prestigiosa escuela de Yolanda Hernández, UÑAS Y ESTÉTICA, galardonada en numerosas ocasiones por su excelencia e innovación educativa.
Hoy día cuento con máster en maquillaje y caracterización, soy experta en aerografía aplicada al maquillaje, en peluquería creativa -peluquería de plató- y soy manicurista.
Mi formación continua y estar al tanto de las últimas técnicas y tendencias me permiten desarrollar un servicio de total look personalizado. Mi prioridad es la armonía entre el maquillaje el peinado y el estilismo, desarrollados en exclusiva para cada situación.
También quiero compartir contigo que millones de mujeres en todo el mundo, y afortunadamente cada vez más hombres, utilizan el maquillaje cada día simplemente para sentirse bien y proyectar la imagen que les gusta. El maquillaje mejora el estado de ánimo y la autoestima, por tanto, disminuye los niveles de ansiedad y favorece la producción de endorfinas. Además, el maquillaje es terapéutico y yo soy inmensamente feliz porque también ayudo a las personas que necesitan maquillaje correctivo a afrontar su día a día con firmeza y seguridad.